Detrás de la máscara: 38- En mí, por siempre.

Bree. No había pisado ese lugar desde que tuve edad suficiente para escabullirme. Posiblemente más de once años. Mis padres mantenían el sitio bien cuidado. El césped sin malas hierbas, la lápida de un blanco inmaculado, y flores frescas descansaban no solo en la parte superior de la lápida, sino sobre la placa de bronce…

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