Sobrenatural – Babel

Érase una vez un rey babilonio cuya soberbia le hizo erigir un laberinto más divinal que lo divino y enriquecido con las cosas que el común de los mortales ambiciona.

Para ello, hizo acudir  a su corte un sinnúmero de arquitectos e ingenieros que hicieron posible esta obra

machaconante  y corrompedora de la moral.

Quiso un día que un rey persa llegara a aquellos sitios y viera lo “espantoso” (en los dos sentidos) que era dicho laberinto. Perdido en medio de la nada, Rostam, sí, ése era el nombre, le pidió a Dios que le ayudara a salir de ese infierno y proporcionara un castigo a Nemrod ¡y quién le iba a decir que se toparía con una puerta que daba salida al desierto! Mucho esperó Rostam por la venganza, es decir el desquite. No sólo dicho rey había quedado con su reino sino también con su mujer Tahmina… a tres años de dicho agravio, el héroe persa invade este reino y hace cautivo al cruel rey.  Y lo pagó con la misma moneda… lo ha echado al desierto hambriento y sin los agasajos  dignos de un huésped  de gobierno….  Pero como consecuencia las palabras se volaron por el mundo y el laberinto babélico se dividió en lo que hoy son las distintas lenguas humanas….

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