Vínculo prohibido: El precio del silencio

Luego de a desconcertante actitud de Ricardo, Celeste se va a la empresa. Ahí, en su oficina, trata de enfocarse en su trabajo, pero su mente no puede evitar divagar hacia Nadir. La tensión de los últimos eventos todavía se cierne sobre ella. Entonces, su teléfono vibra suavemente, y una notificación de mensaje aparece en la pantalla.

Ella desbloquea el teléfono con una sonrisa ansiosa y ve el mensaje de Nadir.

“Cada día que pasa, mi amor por ti crece más y más. Extraño tanto mirarte a los ojos, perderme en ese océano de ternura y pasión que solo tú posees. La distancia entre nosotros se siente como una cruel barrera qué anhelo romper, solo para estar a tu lado y robarte un beso más.
Eres la razón por la que mi corazón late con tanta fuerza, y cada momento lejos de ti se convierte en una eternidad. Quiero que sepas que te amo profundamente, más allá de las palabras y las reglas impuestas por el mundo. Eres mi razón de ser, mi luz en la oscuridad y mi refugio seguro. Espero con ansias el momento en que pueda abrazarte nuevamente, sentir tu calor y besar tus labios como nunca antes. Hasta entonces, recuerda siempre cuánto te amo y cuánto anhelo estar a tu lado.

Las palabras de Nadir llegan directo al corazón de Celeste, haciendo que su pulso se acelere. Dibuja una sonrisa en sus labios y responde.

“Siento lo mismo, Nadir. Esta distancia es agonizante. Pero nuestro amor nos dará fuerzas para superar cualquier obstáculo. Hasta que llegue ese día, seguiré atesorando tus palabras y pensando en ti cada minuto.»

La conversación continúa, y sus mensajes se convierten en un dulce intercambio de amor y esperanza. Nadir planea un arriesgado encuentro en la oficina, peor antes de que pueda enviar el mensaje, recibe uno de La Luciérnaga. Piensa unos segundos antes de abrirlo, peor a curiosidad le gana, era extraño que ella le escriba, desde que se conocen nunca antes lo había hecho, a pesar de tener sus números guardados. Quizás por eso, deja el chat con Celeste, para leer lo que sea que ella le haya escrito.
Abre el mensaje y lee.

“Hola romero, descubrí algo importante sobre el testamento de la familia de tu amada. No vas a creer cuando te diga quién lo tiene.»
Él responde de inmediato; «Pues, dímelo»
“No por teléfono, Romero, no comas ansias. Te veré a las nueve en la gasolinera cerca del club. Sé puntual, temo que estoy siendo vigilada.”
“Ahí estaré” responde, quedándose muy inquieto por aquella última frase.

Guarda el teléfono y se olvida del último mensaje a su amada, después de todo, lo que estaba planeado ya no sería posible. Sabe que no puede dejar pasar la oportunidad de obtener información sobre el testamento de la familia de Celeste. Vuelve a sus obligaciones, pero esa inquietud lo persigue, en cuento puede le marca a Antón, pero al no obtener respuesta le deja un mensaje de voz.

“Hola amigo. Sé que me dijiste que me mantuviera lejos de la vida de Celeste y más que nada en sus temas personales. Pero tengo una pista importante. ¿Recuerdas a Luciérnaga? ¡Sí! A chica del club de pelea. ¿Sabes? Me envió un mensaje y dijo que tenía algo importante que decirme respecto al testamento. La veré hoy a as nueve cerca del club. Sé que dirás que no me entrometa, pero es confiable y si ella sabe el paradero del testamento será el fin del reinado de Ricardo. Sin embargo, hay algo que me preocupa, ella me dijo que la están vigilando. Debo verla para saber que es lo que está pasando. Te informaré más detalle, luego. “Unas horas más tarde, la noche cae, y en la gasolinera, Nadir y La Luciérnaga se reúnen en la penumbra. Las luces de neón parpadean, el lugar está prácticamente desierto. Ella se ve nerviosa, al pie de su moto lineal, fumando, mirando a todos partes. Nadir se acerca y la saluda, de inmediato le pregunta que fue lo que averiguó. Ella deja caer la colilla de cigarro al piso antes de hablar.

—Nadir, esto es peligroso, pero creo que debes saberlo. Jackson, el abogado de Ricardo, tiene el testamento original de la familia de tu amada Celeste.

Nadir siente cómo su pulso se acelera ante esta revelación.
—¿Estás segura de esto? — le pregunta, con una mirada de determinación en sus ojos.
—Sí. No me preguntes como lo descubrí, ni detalles, lo que importa es que Jackson es un hombre peligroso, manipulador y ambicioso, él es que se ensucia as manos por Ricardo. Si se entera de que lo sé, estaré en peligro.

Antes de que puedan continuar su conversación, un ruido estruendoso rompe el silencio. Una moto se acerca a toda velocidad y, antes de que Nadir pueda reaccionar, se escuchan dos disparos. La Luciérnaga cae en sus brazos, gravemente herida.

—¡No, no, no!

La escena se vuelve caótica en un instante. Nadir está en shock mientras sostiene a La Luciérnaga, con el sonido de la moto alejándose rápidamente.
—Estás en peligro, vete de aquí… murmura con dificultad
—No hables, pediré ayuda— Con su mano temblorosa, toma el teléfono.
—Es tarde, vete, cuida a Celeste… —saca un trozo de papel de su bolsillo y se lo entrega con la mano temblando — encuentra ese maldito papel y has lo correcto.
Sus ojos se cierran lentamente mientras su voz se apaga.
—No, no, no, Por favor —acaricia su rostro aún tibio.
El trágico suceso deja a Nadir con un torrente de emociones.
Nadir, lleno de angustia y preocupación, deja el cuerpo inerte de La Luciérnaga en el suelo y se aleja a toda prisa del lugar del incidente. Sube a su auto y, con manos temblorosas, marca rápidamente el número de emergencia, el 911. La voz del operador en el otro extremo le pide detalles sobre la situación, y Nadir, tratando de mantener la calma, proporciona la ubicación y una breve descripción de lo que ha ocurrido, como un testigo anónimo.

Mientras espera la llegada de la ayuda, su mente se llena de pensamientos tumultuosos. Se pregunta quién podría estar detrás de este ataque a La Luciérnaga y qué información importante había descubierto sobre el testamento de la familia de Celeste. Nadir sabe que está en medio de algo mucho más grande y peligroso de lo que jamás imaginó, y su principal preocupación es proteger a Celeste y su hijo, sin importar las consecuencias. Aun con el corazón pesado por lo que acaba de presenciar, se detiene en un tramo de la carretera para esperar la llegada de la ambulancia. En eso una llamada entrante los sobresalta, el teléfono se le cae de las manos, al volver a tomarlo, ve el nombre de Antón.

“¿Estás bien?”, es lo primero que dice Antón.
“La asesinaron frente a mí”
“¿Qué? Hablas de… ¿Y dónde te encuentras ahora?”
“Cerca, esperando que venga la ambulancia. Ella me pidió que me vaya”
“¿Y qué haces ahí? Deberías hacer caso”
“No puedo dejarla, tengo que asegurarme que la ambulancia retire su cuerpo”
“¡maldita sea! Ya está muerta— advierte— ¿acaso no te das cuenta de que esos lugares tienen cámaras de vigilancia? Quien sea que la haya asesinado, irá por ti. Ve a casa y espera mi llamada por la mañana, trataré de encontrarte un buen abogado, vas a necesitarlo.”

Esas palabras lo hacen reaccionar y reanuda su camino. Sin embargo, lo que no sabe es que está siendo observado de cerca por alguien en las sombras. Una figura desconocida, oculta tras unos arbustos, lo fotografía mientras se aleja de la escena del crimen.

“Gracias” le dice Nadir, con su tono de voz suave, como sintiendo alivio—“Hay algo importante que debo decirte. El abogado de Ricardo, Jackson Racca tiene en su poder el verdadero testamento de la familia Di Marco. Si no sobrevivo, prométeme que harás algo para que Celeste recupere lo que le pertenece.
“Te dije mil veces que dejares que la policía se encargue de ello”
“Promételo, amigo”
“¿Por qué me pones en aprietos?”
“Hazlo”
“Trataré de morir en el intento. ¿Contento?”
“Gracias”
“Ahora ve a casa, y trata de descansar.” Corta la llamada.

Mientras tanto, dentro del auto, las palabras de la Luciérnaga y de Antón perturban su mente, con la angustia en su pecho toma el teléfono y le marca a celeste sin importar a hora. Si está en problemas, ella es la única que puede ayudarlo, Antón tiene razón, si el abogado es el asesino de la luciérnaga, irá por él. Luego de una llamada perdida, vuelve a insistir, finamente ella le contesta.


«Amor, algo terrible, ha ocurrido.”
“¿Que sucede?, ¿estás bien? Te escucho muy nervioso ¿Dónde estás?”
“Estoy bien, tranquila. ¡Escúchame! No puedo darte detalles por teléfono, pero lo único que importa es que Jackson tiene en su poder el verdadero testamento de tu familia».


Las palabras de Nadir llenan a Celeste de miedo y confusión. La noticia sobre el testamento.


«¿Estás seguro de esto?”
“La persona que me lo dijo, acaba de morir frente a mí.”
“¡Por dios santo!”, se angustia
“Amor, pide ayuda, ella me advirtió que estaba siendo asechada y que Jackson es peligro. Y justo en ese instante, la asesinan. Informa a tus abogados, que tomen cartas en el asunto. Pero con precaución, Ricardo puede hacerte daño.”
“Ya no le temo a ese idiota”
“Amor, talvez esto me meta en problemas.”
“De que hablas”
“Me encontraba solo con ella, cuando le dispararon y me marché dejando su cuerpo en el pavimento.”
“No lo digas. Nada malo va a sucederte. Quiero que te tranquilices, que yo me encargaré de todo.”

Seguir leyendo

Loading


Deja un comentario

error: Contenido protegido
A %d blogueros les gusta esto: