Oliver. Por lo general no estaba acostumbrado a ser el merecedor del sermón. A mi edad, bueno, los sermones no eran una costumbre en el ámbito personal. —No estoy comprendiendo, Oliver —respondió ausente, tal vez asimilando la idea, o creyendo que escuchó mal—. Me llamas a las seis de la mañana para contarme que… ¿Estás…
Una respuesta a «Detrás de la máscara: 33- Una muerte anunciada.»
Ay no Oliver no quiero que Bree lo lastime más siendo como es ella, será difícil que sea de otra manera era porque ella arrastra mucho. Ojalá ella se tome el tiempo de conocerlo y se decida a cuidarlo de su padre y del mundo, porque se que si es capaz de hacerlo por y para ella.