Aroma Italia ● Capítulo XVI: Singularidad

Le hice caso omiso y baje a desayunar, necesitaba llenar mi estómago después de todo lo que paso allá arriba, nada de lo que hago me sale bien y no hablo de la mafia, hablo de mi vida personal, nada es como yo quiero y se que no puedo tenerlo todo en la vida y se que al adentrarme en este mundo no hay vuelta atrás, soy sólo una chica de 18 años que matan a su padre y este le dice que es un mafioso y que quiere que ella se haga cargo, es difícil de asimilar y mas que yo aún era pequeña, ahora que soy mayor de edad entiendo mejor las cosas, eh crecido y ya soy mayor tengo que empezar a ver las cosas de otro manera.

Despejó mi mente y me siento en el comedor a esperar que las chicas de servicio me lleven mi desayuno, a los pocos segundos sale una de ellas pero no la reconozco y eso me pone de mal humor, aunque se que es nana quien se encarga de contratar a las chicas de limpieza, no se pero ella me da mala espina como si no estuviera aqui sólo para limpiar, la chica se acerca a mi y me dice.

– que desea desayunar señorita?.

– lo primero que quiero es que me digas tu nombre completo y tu edad- dije de manera sería.

– claro señorita, soy Margaret Walker y tengo 25 años- dijo ella casi en un susurro ya que apenas y la escuche decir como se llamaba.

– no quiero balbuceos, habla claro y fuerte que todos en la casa te escuchen.

– si señorita, SOY MARGARET WALKER DE 25 AÑOS- dijo ella gritando.

– mucho mejor, ahora si puedo desayunar tranquila, traeme unas tostadas y un trago- dije pensando en que quiero desahogarme con un buen trago y pensar en todo lo que tengo que hacer.

– un trago, tan temprano señorita?.

– acaso no escuchaste?, acaso pedí tu opinión?- dije muy molesta ya que ninguna otra empleada se había atrevido a cuestionar lo que como, iba a decirle algo más pero en ese momento llegó nana y me calme.

– Margaret por favor ve a regar las plantas y atender el jardín, y nunca más te pases por estos lados de la casa, no tienes permiso de acercarte a la jefa, entendido- dijo nana y yo quedé boca abierta, nunca había visto a nana tan enojada y sería.

– si señora- dijo Margaret y se fue.

– enseguida te traigo lo que pediste querida- dice nana y se va a la cocina.

No me dio tiempo a preguntarle, porque reaccionó así, aunque creo saberlo. A nana nunca le gustó las chicas que no saben servir bien, siempre fue muy exigente con las personas a las que liam contrataba por eso le dije que las contratará ella, asi no habría problemas.

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