Vianey voltea a ver a Tiago, su mirada era un claro indicador de que debería dejar de hablar, pero el chico no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de molestar a la rubia. Dhyani y Asta se quedan mirando entre sí, ninguno de los dos sabe que decir, y la guerra de miradas entre los dos adolescentes no ayuda a saber si el cambia forma lo dice en serio o no.
—No los molestes, Tiago. —dice Enid intentando contener la risa —Aunque no estaría mal, Via.
—Deben estar locos si creen que iremos a ese lugar con…—Via detiene de golpe aun con molestia
El resto de los adolescentes le mira con curiosidad; Asta frunce el ceño, sin saber si lo que le molesta es que su hermana nunca le haya mencionado ante sus amigos o que lo esté mencionando justo ahora.
—Descuida, —dice lo más tranquilo que puede Asta —no quisiera ir contigo a ninguna parte de todas formas.
Se pone de pie, ignorando la molestia en la muñeca al apoyar la mano contra el suelo, y atrae una sombra cercana para jalar a su amigo tras él. Del coraje, ni siquiera nota la facilidad con la que logra manipular la sombra ni la manera en que los demás le miran con curiosidad.
Los murmullos se escuchan tras ello, Dhyani intenta calmar a su amigo mientras avanzan, empezando a sentirse incomodo por la sensación tan particular que da el vacío al tener la sombra enrollada en su brazo como si fuera una mano.
Una puerta finalmente llama la atención de los chicos: a diferencia del resto de puertas en el castillo que están hechas de madera oscura, esta esta pintada de un tono blanco con algunos símbolos dibujados en su superficie y un letrero mal elaborado en un papel con el nombre de “Astaroth” escrito en una caligrafía torpe y descuidada.
Enojado, Asta abre la puerta con fuerza, la punzada en su muñeca es insoportable pero se niega a prestarle atención; inconscientemente, deja a Dhyani libre de la incómoda sombra y cierra la puerta con ella.
—¡¿Puedes creerlo?! —grita Asta —Y ahora se hace la digna, pero claro la víctima siempre es ella…
Dhyani escucha en silencio las quejas de su amigo, permitiendo que se desahogue lo suficiente para poder hablar con él sin correr el riesgo de ser sacado de la habitación por, literalmente, obra de la magia.
—¡Asta! —grita temeroso Dhyani —Yo…—tarda un poco en decir algo sintiéndose menos capaz de hablar al tener la atención del otro en él —yo sé estás molesto, pero te estas haciendo daño.
El niño demonio se detiene, mirando hacia donde Dhyani apunta: su mano. El vendaje que traía puesto esta levemente teñido de rojo, y la punta de los dedos se tiñe ligeramente de un tono extraño.
Asta asiente y se dirige a la cama, dejándose caer sobre el colchón con pesadez. Dhyani se une a él, recostándose boca arriba del lado contrario al demonio; ambos en silencio mientras el niño retira la venda con cuidado, intentando quejarse lo menos posible en el proceso.
Dhyani permanece en silencio, intentando mirar a otro lado, aunque no puede evitar ver de reojo las marcas que se extienden desde la muñeca hasta antes de llegar a la sangradura. La mirada de Asta conecta con la de Dhyani, quien la aparta rápidamente disculpándose, el demonio empieza a reír, aligerando un poco el ambiente para el otro niño.
—No te preocupes. —dice Asta tranquilo —Solo no le digas a nadie.
Dhyani sonríe, notando como Astaroth le guiña un ojo, imitando un poco la forma en que Tiago lo había hecho antes.
—¿Crees que hablan en serio? —pregunta Dhyani más tranquilo —Sobre ir a buscar al príncipe al Bosque de los Lamentos.
—Si. —responde rápido Asta sin dudarlo — Finn estaba tras algo en ese lugar, de eso no hay duda.
Dhyani mira sorprendido a su amigo, levantándose de la cama para poder mirarlo. Asta continúa desenrollando el vendaje de su brazo, sintiendo la mirada asombrada del otro niño.
—Cuando entramos a esa torre, notamos que Finn creo una clase de mapa en las paredes. —la voz de Asta se quiebra un poco al pensar en la silueta proyectada sobre su cama —No sé, Dhy, no creo que ese príncipe desapareciera por accidente.
—Accidente no, una Bestia que destruyó ¡una torre! —dice dramáticamente Dhyani —pero ¿por qué alguien como el estaría interesado en ese sitio?
—La Bestia. —responde Asta en voz baja —Quería encontrarla, aunque no sé por qué era tan importante para él.
Ambos niños quedan en silencio, Dhyani vuelve a recostarse, la mirada de los dos permanece fija en el techo incluso si no hay mucho que ver en ahí.
El silencio es cómodo y rápidamente se empieza a escuchar el leve ronquido de Asta, Dhyani solo sonríe y se levanta con cuidado, sabiendo que la profesora Harriet no debe tardar mucho en venir a buscarle para que vuelva a clase. Abre la puerta intentando hacer la menor cantidad de ruido que la vieja puerta le permite.
Al salir del cuarto, el chico se topa de frente con un sonriente Tiago, que le mira con emoción; Dhyani tiene que hacer un gran esfuerzo por no gritar al verle.
—¿Mal momento? —pregunta Tiago divertido al ver la expresión del asustado niño
—Terrible, —responde en voz baja y con molestia Dhyani —y baja la voz, Asta acaba de dormirse.
—Asta…—repite con diversión el adolescente —de acuerdo. —dice en voz baja sin perder ese tono burlesco en su voz —¿Pensaron en la propuesta?
—¿Qué propuesta? —dice Dhyani inseguro
El adolescente está a punto de soltarse a reír, aunque la mirada de molestia en el rostro del niño le hace saber que no es buena idea.
—De guiarnos por el Bosque. —responde Tiago con calma —Asta es de ahí, además sería una garantía para pasar por el Submundo sin problemas, y no sé los demás pero me niego a ser comido por una de esas flores amarillas.
Dhyani está cada vez más perdido ante las palabras del chico frente a él, ¿está hablando en serio?
Probablemente el adolescente noto la mirada que el chico le dedica, una mezcla entre incomodidad, desconfianza y curiosidad. Todo a la vez. Esta vez, Tiago verdaderamente no es capaz de detener su risa que resuena con fuerza por todo el pasillo vacío.
—¿Es tan difícil de creer? —pregunta Tiago
—Si, —responde rápidamente Dhyani —¿por qué ustedes querrían que un montón de niños los guíe por un lugar así? ¿y qué tienen que ver las flores en todo esto? ¿la princesa Vianey aceptó?
—¿No sabes sobre las flores amarillas? —pregunta Tiago ignorando el resto de las preguntas
Frustrado, Dhyani está listo para entrar de nuevo y cerrar la puerta en la cara del cambia formas, pero el ver a Asta de pie, a su lado le hace soltar un grito asustado que está seguro escucharon hasta la torre más lejana.
—Solo es un mito, —dice Asta adormilado —las amarillas te matarían si las comes. Si ves una verde con amarillo, esa si podría devorarte.
—¿Lo ves, Dhyani? —pregunta Tiago con más seriedad de la que los niños creyeron posible —Por eso los necesitamos, si fuera por Via moriremos el primer día.
Los niños se miran, ambos sabiendo que el príncipe frente a ellos está siendo exagerado. Cualquiera sabe que los candidatos suelen recibir un entrenamiento para sobrevivir por todo el reino, y teniendo a cada tipo de magia entre ellos, no deberían tener ningún problema.
Aun así, aquí está el cambia formas empeñado en que ambos niños sean su guía a través del Submundo para llegar al Bosque de los Lamentos.
—Miren, —dice Tiago sin mucho ánimo —Finn me contó lo que pasó con Via, entiendo porque te negarías pero Asta, —hace una pausa tomando un segundo para respirar con calma —sé que Finn quería que fueras, no dejaba de decir que si alguien podría entender porque se iba serías tú.
—¿Irse? —pregunta Dhyani confundido —¿La Bestia no se lo llevó?
Asta mira al adolescente igual de confundido, sin saber qué es lo que Tiago intenta conseguir contándoles esa información. El cambia formas niega con la cabeza, una sonrisa triste se muestra en su rostro por un segundo, antes de desaparecer, transformada en una cálida y amplia sonrisa.
—Para nada, él…—Tiago dice con un tono tan particular que Asta no puede evitar pensar que no les está diciendo algo —siempre dijo que algo en el Bosque le llamaba, eso y por lo visto tenía una particular obsesión con la criatura esa que se había estado apareciendo por el castillo.
Un chillido por parte de Dhyani y el rostro pálido de Astaroth, es lo único que Tiago necesita para saber que dio en el clavo para atrapar su curiosidad.
—¿Finn vio a la Bestia? —pregunta Asta en un susurro
—Así es. —dice emocionado Tiago —Estaba seguro de que varias de las calamidades que han ocurrido desde hace años son obra de esa criatura, y que el que haya vuelto a aparecer después de estar tanto tiempo desaparecida es una advertencia de que algo grande está por suceder.
<<Pero no sabremos si logró descubrir lo que quería si no vamos tras él, así que ¿qué dicen? ¿aceptan el trato?
La mirada de Asta viaja directamente a Dhyani, sin saber cómo reaccionar a todo esto. Una parte de él desea ir, arriesgarse a encontrar las respuestas que tanto quiere saber, pero ¿si la respuesta no es lo que espera? Si no existe una razón para que Valley muriera a manos de esa criatura ¿qué hará entonces?
Dhyani extiende su mano, tomando la de Asta con suavidad, intentando lastimar lo menos posible a su amigo. Una tímida sonrisa se muestra en sus labios, antes de asentir con calma y mirar a Tiago; Asta se hace a un lado, dejando que Dhyani sea quien tome el control de la situación.
—Solo si podemos llevar a alguien más con nosotros.
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