—Un sueño, un estúpido sueño —murmuro mientras camino con prisa hacia mi oficina.
—¿Y a ella que le pasa? —escucho a Dylan preguntarle a Liam, además también se une a la ridícula caminata.
—No tengo idea, ha estado así desde que despertó —le contesta Liam— Ni siquiera he podido informarle los asuntos de hoy —anuncia, pero nada de lo que tenga que decirme puede ser peor que esto.
—Ni siquiera puede ser considerado un sueño; una pesadilla —digo asintiendo con la cabeza en medio del pasillo y todos me miran de forma extraña— ¿Qué? ¿Acaso la reina de la mafia no puede tener pesadillas? —enfatizo enojada y continúo caminando.
—Por supuesto que sí, aunque si vas a despertar así, es preferible que no las tengas, aunque tampoco podemos hacer mucho contra eso —insistió Dylan— Al menos deberías decirnos de que se trataba.
—Es… —digo haciendo una pausa— Un poco vergonzoso —completo la frase.
—Bien, supongo es algo privado. Por ahora trata de recomponerte, tenemos problemas.
—¿Problemas? ¿De qué hablas? —pregunto de repente sintiéndome angustiada, probablemente haya cosas importantes que hacer y yo aquí horrorizada por un sueño— ¿De nuevo no me dijiste algo? —hablo dirigiéndome a Liam.
—No, esta vez algo grande acaba de ocurrir —responde en un tono que me deja curiosa y a la vez preocupada.
—Odio que me tengan en suspenso, hablen ya —dije enojándome.
—Han filtrado tu identidad —suelta Dylan.
—¿Qué? —es lo único que logro formular.
—Así es, la policía ya tiene tus datos y tu foto. No sabemos cómo ocurrió, pero estamos tratando de averiguarlo. Jackson no quiso esperar más y se fue a hablar con su padre sobre esto —dice y no puedo evitar sentirme mareada.
—Mi identidad… Ha sido expuesta —murmuro y empiezo a reír— Ya no tendré que ocultar quien soy, ya no más —grito lo último. Liam y Dylan me miran consternados.
—Esto no es para nada bueno, es muy peligroso —discute Liam.
—¿Peligro? —respondo sonriendo— El único peligro del que deben temer soy yo. Déjenme sola —ordeno y ambos salen de la oficina sin añadir más.
No pude evitar armar ese espectáculo, después de todo si continúo viéndome preocupado, lo único que hare será preocupar aún más a los demás. Pero, quién podría haber filtrado mi información, mi identidad, es incluso posible que hayan filtrado mi dirección. Tuvo que ser alguien que me conoce bien, esto no es obra de la policía o de un detective, es obvio que he sido traicionada, pero quién.
¿Tendré que activar el protocolo Ámbar? ¿Es acaso tan grave la situación? Ni siquiera he notado cambios el día de hoy, todo se nota tranquilo.
El protocolo Ámbar fue creado para esta situación, si no lo uso y llega la policía, no tendremos escapatoria por mucho tiempo, en ese caso, ¿Qué pasara con mis muchachos, mi nana…? No puedo permitir eso, pero si es una falsa alarma y no tienen mi dirección, si llegara a activarlo, nuestra simple movilización alertaría a la policía. Ambas opciones son muy arriesgadas y no puedo evitar dudar.
De repente, el sonido de mi celular me saca de mis pensamientos. Es un numero desconocido. No me sorprendería que fuera la policía. Si filtraron mi identidad probablemente regalaron mi número telefónico.
Charlie: Queen —respondo y hago silencio esperando una respuesta de la otra parte.
Marcelo: M.M. —habla y no puedo evitar sorprenderme.
Charlie: ¿Qué asuntos tendría Marcelo Moretti con la reina antes de la boda? —contesto cortante e incluso agrego un tono de burla.
Marcelo: No tienes que hacerte la dura, sé que estas teniendo unos pequeños problemas —dice y hace una pausa— Como tu prometido estoy en la responsabilidad de ayudarte. Se que eres demasiado orgullosa para aceptar mi ayuda, así que antes de darme una respuesta, quiero que lo pienses detenidamente porque no hare la misma propuesta dos veces y mucho menos insistiré en ayudarte nuevamente.
¿En serio llamó porque quiere ayudarme con el problema de la policía? ¿Cómo rayos se enteró? Peor aún, ¿Qué debería decirle? Lo último que esperaba el día de hoy era descubrir que mi identidad fue filtrada y recibir una llamada de mi ´´prometido´´.
Charlie: ¿Ayudarme? ¿De qué forma? —pregunto cada vez más curiosa por saber si esta ayuda es sincera o me pedirá algo a cambio, aunque cualquiera estando en mi situación aceptaría sin problema.
Marcelo: No puedo decirte como y en caso de que aceptes debes dejarme manejar las cosas a mi manera sin entrometerte, quejarte o cuestionarme —Prestándole más atención a su voz, pude notar que era muy profunda, tanto que me distraía completamente del asunto que estábamos hablando, ya que por momentos se me hacía conocida, me recordaba a aquel enmascarado del muelle.
Charlie: Lo entiendo, pero ¿cómo te beneficias tú de todo esto? —pregunté sin rodeos.
Marcelo: Lo entenderás si me dejas ayudarte —respondió tranquilo y decidí no indagar más.
Charlie: Necesito tiempo para pensarlo —dije sin detenerme a pensar en que, si rechazaba esta oferta y luego necesitaba su ayuda con urgencia, no me la daría.
Marcelo: ¿Tiempo? —dijo y pude notar una pequeña risa de su parte— Tiempo es justo lo que no tienes. Como máximo unas dos horas. Cuando hayas tomado tu decisión, dile a tu primo que me contacte —declaró y colgó la llamada.
No esperaba que mi primer encuentro o más bien, contacto con mi prometido fuera de esta forma, aunque tampoco esperaba una mejor forma de hacerlo.
En esta situación es obvio que debería recurrir a mi equipo, pero me da coraje tener que pasar por esta situación tan humillante. Ser descubierta luego de varios años en la oscuridad y sin poder hacer nada más que enfrentarme a las autoridades.
—He vuelto —anuncia Jackson abriéndose paso a mi oficina.
—¿Por qué entras así? ¿Estás loco? —veo como Liam que viene detrás de él, al parecer trataba de detenerlo, pero no pudo.
—Estamos en una situación urgente, no es momento para detenerse a tocar la puerta y esperar un ´´pase´´, cuando ya es obvio —se burla Jackson.
—Escuché gritos, ¿Qué pasa? —dice Dylan y también entra a la oficina.
—Fiesta de putas, ¿qué coño les pasa? ¿podrían calmarse? —reclamo algo enojada, ya que, aunque las bromas aliviaban la tensión, no era momento de ellas.
—Es cierto, no es el momento —se disculpa Liam.
—Traigo noticias —interrumpe Jackson.
—¿Buenas o malas? —le pregunta Dylan y Jackson niega con la cabeza.
—Ni buenas ni malas —responde.
—¿Entonces…? —hablo esperando una respuesta.
—Está confirmado. La policía conoce tu identidad, pero están en un dilema de si preparar o no un operativo. Saben que venir en búsqueda de la reina de la mafia será algo muy grande y muchos morirán.
—Si se atreven a venir será un mar de sangre, uno inevitable —murmura Liam.
—Exacto. Una parte de la sección de investigación está dudando rotundamente de venir, no apoyan que se arme semejante catástrofe, están cuestionando en si vale la pena perder tantos hombres en atrapar a alguien que, aunque si bien de la mafia, no hace tanto daño como los demás.
—¿No quieren venir porque soy inofensiva dices? —digo extrañada.
—No es que seas inofensiva, eso lo sabemos todos —menciona y puedo ver como los demás tocan lugares de su cuerpo que en algún momento de nuestras vidas golpee— Lo que no pueden es venir sin preparación sabiendo quien eres y el equipo que tienes, seria jugar a la ruleta rusa de la muerte, ver quién cae primero. Cientos morirán y saben que no vale la pena, no tanto como atrapar a cualquier donnadie que daña el país.
—¿Entonces es probable que no vengan? Si ese es el caso simplemente podemos movilizarnos de una forma más lenta, no tenemos que irnos todos juntos, mientras la mayoría salga de aquí antes de que vengan será suficiente.
—¿De qué coño hablas? —grita Dylan.
—Vamos a pelear —esta vez Liam habla fuerte y claro.
—Aquí nos quedaremos, todos juntos —habla Jackson.
—Porque somos una familia —dicen al unísono y no puedo evitar emocionarme y a la vez sentirme decepcionada de lo que dije antes.
—Es cierto, somos una familia y no vamos a separarnos por un pequeño desliz —anuncio y una sonrisa se forma inconscientemente en mi rostro— Vayamos fuera, hay un anuncio que dar —digo y camino fuera de la oficina, los demás me siguen y no puedo evitar sentirme orgullosa de mi equipo.
—Reúne a todos —escucho como Liam le habla a Mildred.
—Enseguida —responde y se va.
Cinco minutos más tarde todos están reunidos en el patio, uniformados y organizados en filas, esperando órdenes, mis órdenes.
—Tengo un anuncio que darles —grito para que todos me escuchen— Los rumores son ciertos, la identidad de la reina de la mafia ha sido filtrada —afirmo hablando de mi en tercera persona, ya que, aunque soy yo, esa es mi versión más descarrilada. Ahora mismo está hablando Charlie Gastrell, una mujer que solo quiere que todos salgan con vida de una horrible situación que fue generada únicamente por su propio egoísmo.
Deja un comentario