Sobrenatural – Liebe

Esta historia no es kafkiana ni surrealista, sino samiriana. Aunque tenga madera para ser una historia pigmaliana, no lo es.

Un día Dostoievsky fue a tomar una copa a la «Brasileira».

De repente, salido de la nada, Alberto Caeiro, o Barón de Teive o lo que sea, rompió a hablar con Dostoievsky sobre las amarguras del Amor o más precisamente sobre los amores de Ptosis y Libí.

Los minutos, las horas y los días pasaban, la mar de gente se dio cuenta de que Dosto hablaba con esa estatua. Fue entonces cuando la chusma trató de linchar a ese loco.

Preguntarán ustedes, estimados lectores, ¿Por qué? Pues bien, nuestra sociedad no admite que uno tenga como amigo a una estatua.

Cuando estaban a punto de concluir ese hecho innoble un rayo salido de la nada apareció y sacó a Dosto de este lugar y mundo…

Bueno, vamos al grano.

Mientras la gente se  sorprendía por ese hecho, fui al lugar donde estaban los apuntes de esta historia espeluznante, que les relataré a continuación. Los recogí y con ayuda de Christian Grabbe logré publicar esta gran novela.

En las postrimerías del siglo anterior, o milenio anterior o lo que sea, un chico llamado Ptosis se enamoró de la princesa Libídine Lirio, hija de Belcebú y Vampiresa-, reyes de Democracia.

Al contrario de sus hermanos y padres, a ella le gustaba ayudar a los demás. Además de ser bondadosa, tenía un buen corazón y es por ello por lo que los demócratas la querían. Sus padres y sus hermanos solían descuartizar a la gente que se oponía a su régimen. Harta de todo esto, y como ya no tenía correa para sufrirles, decidió huir de casa. Su destino era nuestro mundo.

Mientras tanto, Ptosis lloraba la muerte de su amada, Locuste, que había muerto hace mucho tiempo. Estaba en el cementerio de S.VALENTÍN donde había mandado erigir una estatua en su honor. Unos minutos después volvió a su casa, se puso el pijama y se durmió. De repente oyó un extraño ruido, incluso atractivo en su jardín. Salió de su habitación y fue a ver de dónde provenía ese sonido melodioso. No vio nada sino una  luminiscencia celestial. Se le acercó y se dio cuenta de que era Libí, la princesa demócrata.

Al principio ambos se asustaron pero con el paso del tiempo se hicieron amigos y novios. Sin embargo, había un problema. ¿Cómo podía dar un aspecto material a su amor ?  Literalmente hablando, es muy difícil poseer a un espíritu…

Fue entonces cuando Ptosis se acordó de la estatua de su amada. Echando mano de la magia que conocía, la princesa logró incorporar esa estatua. El tiempo pasó y él iba y venía de ese lugar amoroso.

Un día los hermanos de Liebe descubrieron este flirt y decidieron aniquilar a nuestro amigo.  

Pues si Dios está en todos lugares, así los demócratas también lo están. Entonces los dos a la vez dijeron a Libí:

-¿Tuviste las agallas de solazarte con esta cáscara humana? Pues bien. Ve lo que le ocurrirá.

De pronto le propinaron un puñetazo que le rompió los dientes y una patada que hizo saltar las vísceras de su lugar. Así se murió y fue llevada a su reino. Años después, los hijos de este matrimonio, que habían nacido clandestinamente, llegaron a este lugar – Democracia – y mataron a todos los que habían hecho daño a su familia.

Preguntarán ustedes, ¿qué le ha ocurrido a Libí? Pues bien, se convirtió en la nueva reina demócrata y toda la crueldad humana se acabó…

Y así nuestro mundo volvió a ser lo que era.

Colorín, colorado, la historia pseudoriacética, es la palabra samiriana para ficción, se ha acabado

SEGUIR LEYENDO

Loading


Deja un comentario

error: Contenido protegido
%d