Olvidándose de todo, va tras ella y es detenido a medio camino por Stewart, que ya ha llegado para cubrirlo. Sus excompañeros, al verlo vivo, no saben cómo reaccionar, pero se enfocan en cubrirlo.—¡Gabriel! Debemos irnos — pronuncia, frenándolo en seco.—¡Suéltame! No, no me iré sin ella. La preocupación y el miedo también se han apoderado de…
Bajo el mismo destino: Riesgos Oscuros
