Vínculo prohibido: Sumergido en las sombras

Lorenzo Lewis es un personaje corrupto y despiadado que se mueve en un mundo oscuro de peleas clandestinas. Su ambición desmedida lo ha llevado a manchar sus manos de sangre, ya que no tiene reparo en hacer cualquier cosa por dinero.
Impulsado por su insaciable deseo de riqueza, Lorenzo ha acumulado una enorme deuda. Al ver el estilo de pelea de Nadir, cree que ha encontrado la gallina de los huevos de oro. Sin embargo, Nadir no está dispuesto a ceder a sus amenazas un, es hombre terco y de temperamento fuerte que ni siquiera se inmuta ante sus amenazas. Más, Lorenzo está dispuesto a utilizar los métodos que sean necesario para convencerlo, sin importarle las consecuencias que pueda traerle a él o a quienes lo rodean.
La situación en la que Nadir se encuentra es tensa y llena de incertidumbre. Mientras continúa siendo golpeado, su mente se llena de preguntas y sospechas sobre las intenciones de su jefe, Lorenzo. La curiosidad se mezcla con el dolor físico que experimenta en ese momento. Las interrogantes sobre por qué Lorenzo está interesado en él y qué es lo que busca, se convierten en un enigma constante que añade una capa adicional de confusión a la situación. Nadir se debate entre su deseo de defenderse y su curiosidad por ver hasta dónde está dispuesto a llegar su jefe con este ataque. Está sujeto por los brazos, atacado por dos hombres y una mujer que no le dan respiro. Aunque la habitación es semioscura, logra percibir que no se trata solo de un camerino, sino que se extiende en un espacio más amplio, un lugar de entrenamiento con varias puertas adicionales., mientras es golpeado se encarga de observar cada espacio.
El viejo parece disfrutar de cada golpe que Nadir recibe.
— Creo que ya has tenido suficiente por hoy—, dice Lorenzo con voz fría pero tranquila.
Después de recibir una última patada en el estómago, Nadir es liberado, cayendo al suelo de golpe, adolorido y maltrecho, trata de recuperar el aliento. Sigue sin entender completamente las intenciones de Lorenzo, pero consciente de que necesita actuar con cautela, opta por elegir un camino.
Lorenzo se acerca lentamente, con una sonrisa enigmática en su rostro, esperando haber logrado doblegar a su guardaespaldas.
—¿Tengo alternativa? —pregunta Nadir

Lorenzo suelta una risa siniestra —No la tienes, muchacho. Estás dentro y no hay vuelta atrás. Bienvenido al equipo del dragón dorado.

Nadir sabe que no tiene más opción que involucrarse en el mundo oscuro y peligroso de las peleas ilegales. Aunque lo odia profundamente, también entiende que es mejor acatar las órdenes de Lorenzo o por lo menos convencerlo de hacerlo.

Con dificultad, se levantó del suelo y mira a su alrededor. Los hombres de Lorenzo lo siguen observando. Se ven rudos y golpean fuerte, incluso la mujer que se destaca entre ellos. Analiza su postura, su mirada y su actitud, tratando de descifrar qué papel juega en todo esto. Por unos segundos el silencio es sepulcral, luego uno de los hombres se acerca y le extiende la mano. Cuando la toma, lo abraza emocionado dándole la bienvenida, los otros tres hacen lo mismo y al final la chica se acerca y lo besa inesperadamente.
—Bienvenido al infierno, Nadir. Déjame ser yo la que te muestre tu casillero.
Toma su mano y lo lleva con ella, los tres compañeros y Lorenzo parecen estar complacidos con esa idea. La joven lo lleva hacia una puerta, tras ella está el vestidor, cierra la puerta y sin darle tipeo de reaccionar, vuelve a posar sus labios sobre los suyos.
—¿Qué haces? — la aparta.
—Dandote la bienvenida—dice ella sin querer apartarse del todo.
—No es necesario— insiste él.
—Si no me coges, no saldrás de aquí — deja un beso en su cuello— hay cámaras por todos lados.
—Si es como un rito de iniciación, tomará tiempo. Yo no funciono si me están observando.
—Por eso no te preocupes.
Con una mirada cargada de deseo y complicidad, ella baja lentamente por su pecho hasta estar frente al cierre de su pantalón, se arrodilla suavemente. Lentamente, sus manos exploran el contorno de su cuerpo, acariciando la piel con ternura. Con movimientos seductores, sus dedos desabrochan con cuidado los botones de su pantalón, liberando así la tensión acumulada. La respiración se vuelve más profunda mientras ella baja la cremallera, revelando lentamente el objeto de su deseo. Cada gesto está lleno de una intimidad compartida, de una conexión profunda que trasciende las palabras. La pasión se refleja en sus ojos mientras ella se toma su tiempo para deleitarse en el momento, saboreando cada segundo de anticipación.
El roce de sus dedos contra la piel desnuda despierta sensaciones intensas, generando un escalofrío de placer recorriendo el cuerpo.
Nadir cierra los ojos y se deja llevar por la pasión que se enciende dentro de él. La excitación se intensifica a medida que su cuerpo reacciona al contacto y a las sensaciones que experimenta. Cada roce, cada caricia, alimenta el fuego que arde en su interior.
Sus sentidos se agudizan, absorbiendo cada detalle de la experiencia. Siente la suavidad de su piel contra la suya, el aroma embriagador que los envuelve, el calor que se despliega en su cuerpo a medida que el deseo se apodera de él. Cada latido de su corazón se sincroniza con el ritmo frenético de sus emociones.
Ella, se aparta de su polla y sube lentamente, sin apartar su mirada de sus ojos negros, llenos de deseo. Antes de que pueda besar sus labios, Nadir la pone de cara a la puerta, ella muerde su labio inferior con una mirada desafiante y seductora. Sus ojos brillan con una chispa traviesa mientras invita a su compañero a explorar y dejarse llevar por el ardor de su pasión compartida.
Con movimientos provocativos, ella le concede el poder de descubrir cada rincón de su ser, desatando así una cascada de sensaciones que amenazan con consumirlos por completo. Sus manos acarician suavemente su cuerpo, trazando senderos de deseo y provocación mientras se derriten, apartan sus prendas, en la llama que los envuelve.

Cada roce y cada contacto provoca un gemido contenido, una respuesta agridulce que alimenta aún más el fuego que arde entre ellos. El susurro del viento parece desvanecerse ante los suspiros de placer que se escapan de sus labios, sumergiéndolos en una espiral de éxtasis inigualable.
Nadir tira suavemente del cabello de ella, creando una conexión íntima y juguetona. Su gesto refleja un vínculo de complicidad y confianza mutua.
—No creo que estés lista para conocerme — susurra a su oído, mientras ella sonríe.

Luego, con delicadeza, deposita un beso en la mejilla. Ella se rinde por completo, ofreciéndole su vulnerabilidad y su deseo sin reservas. Lo incita a adentrarse más en su ser, a perderse en las profundidades de su pasión compartida. El ritmo de sus caderas se sincroniza con el compás de sus pulsaciones cardiacas aceleradas, creando una danza sensual y desenfrenada. En medio de esta conexión intensa, cierran los ojos una última vez, dejando que el éxtasis se apodere de ellos por completo. Sus cuerpos se funden en un abrazo apasionado mientras se dejan llevar hacia una explosión maravillosa de placer y deleite.
El sudor recorre sus cuerpos, testigo tangible de la intensidad de su encuentro. Se encuentran exhaustos pero radiantes, y las sonrisas en los labios de ella hablan más que mil palabras sobre la experiencia compartida.

—Sin duda serás mi preferido — dice ella, besándolo una vez más.
—¿Qué haces en este lugar?
—Me gano la vida igual que todos.
—Podrían hacerte daño.

Eso hace que ella suelte una carcajada —No me subestimes por ser mujer, soy la segunda más fuerte del grupo.
—Hay personas peligrosas en…
—Shh— lo silencia—se ha donde quieres llegar con esas palabras, te daré un consejo gratis, mientras menos sepas, estarás bien. Por aquí a nadie le gusta responder preguntas.

Deja un respiro y rodeándolo por el cuello con sus brazos, vuelve a besarlo. En ese instante regresa a su realidad, se viste rápidamente, mientras la observa hacer lo mismo.
—¿Me dirás tu nombre?
—Para ti y para todos los que me conocen, soy la luciérnaga.
Toma su chaqueta y le deja un guiño antes de salir.

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Una respuesta a «Vínculo prohibido: Sumergido en las sombras»

  1. Avatar de Paty
    Paty

    Esto se está poniendo bueno

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