Ella se llamaba Eva. Un buen día, irrumpió en mi vida poniéndola patas para arriba. Eva era una mujer preciosa de ojos el color de la miel y una pequeña nariz respingada. Tenía una hermosa cabellera rubia con reflejos dorados y rojos, que le daban a su ensortijado pelo el aspecto de una nube flotando…
El tintero de Lu – La mujer de mi amigo
