—Buenas noches, Alondra —dijo Colin más tarde haciendo que el corazón de la joven brincara en su pecho. —Buenas noches. —Hablé para preguntar si podría pasar mañana muy temprano por usted. Los niños quieren verla antes de ir a la escuela. —¡Claro que sí, señor! —Me han vuelto loco pidiendo que los lleve con usted….

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