Había sido un día más de práctica hospitalaria con Luis. Ya me estaba cansando ese juego de miradas. Siempre ocurría lo mismo. Sus ojos escurridizos me perseguían a donde quiera que fuera, pero las palabras que me dirigía no eran las más alentadoras. Mi mirada tampoco podía parar de seguir cada movimiento de su cuerpo….
Manos Llenas – Contra la pared
