Por esos días, hubo algo que comenzó a llamar mi atención, cuando te escribí la primera carta lo sentí, sentí esa conexión con las letras que hizo que me dieran ganas de descargar todos mis pensamientos y emociones en unas hojas, así que comencé a escribir. Pronto ya tenía muchas hojas de hermosos poemas, poemas…

Este contenido es exclusivo.
Inicia sesión Suscríbete

error: Contenido protegido
%d