Así eras, Park Hye In, por un lado eras una chica totalmente rara, loca y divertida… eras libre. Por otro, eras una chica triste, melancólica y un poco depresiva… A mí me parecía que derramabas poesía. Meses después de que pidieras ese deseo y que —por supuesto— yo no pudiera cumplírtelo, decidí, por primera vez,…
La niña que viajó a Júpiter
