En mis tiempos de depresión, le escribí nada más que cartas llenas de tristeza y de preguntas retóricas hacia la verdad de nuestra existencia aunque, ahora que lo pienso, todas ellas eran malísimas. Aun así, Makoto siempre me contestaba de la mejor manera, jamás me preguntó si me pasaba algo malo ni nada por el…

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